Alimentación durante la emergencia por COVID-19

La pandemia POR COVID-19 ha cambiado significativamente nuestros hábitos al hacernos redescubrir una dimensión diferente de la vida cotidiana. 
Obligados a quedar en casa, sin embargo, podemos aprovechar la oportunidad para transformar esta situación en una nueva oportunidad de salud, modificando positivamente nuestros hábitos alimenticios.
Por ejemplo, reservando más tiempo para preparar comidas, para el desayuno (tal vez si más personas viven en la casa, haciéndolo juntos), aumentando el consumo de alimentos importantes en nuestra dieta, como verduras y legumbres que, a veces por razones de tiempo, no se preparan con frecuencia. Incluso evitando mantener la televisión encendida, para promover el dialogo. Además, tener menos compromisos y pasar la mayor parte del tiempo en nuestro hogar, es posible consumir la mayoría de los nutrientes en la primera parte del día, un hábito que puede ayudar a evitar no engordar y a dormir mejor.
Al poder almorzar en casa, es posible tomar decisiones más acordes con las recomendaciones nutricionales nacionales e internacionales, evitando comer a la carrera, tal vez un sándwich y un refresco?
Es importante recordar que una alimentación saludable es crítica en todas las etapas de la vida, desde la primera infancia con leche materna hasta la edad escolar y la adulta.
Entonces, en este "contexto de hogar forzoso", que puede favorecer la tendencia a la alimentación desordenada, es esencial prestar atención a cómo comen niños, jóvenes y también los ancianos: ayudémosles a elegir alimentos saludables y a tener pequeños trucos para conservar la salud, SIEMPRE